Los motivos de que tantos de estos perros acaben en una jaula son varios, por ejemplo: expropiaciones a sus dueños por no tenerlos en regla (estos perros exigen tener licencia, seguro y otras medidas que después os explicaré), a otros los abandonan sus dueños al enterarse de que tienen que tener en cuenta esas medidas con ellos (sí, lo miran después de adquirir el perro, sin comentarios…) y otro simplemente porque sus propietarios no aguantan la presión social a la que son sometidos a menudo quienes poseen un perro de estas características (todos sabemos que son perros con muy mala imagen en general en esta sociedad y a menudo se les juzga con malas miradas entre otras cosas), etc.
Por estos mismos motivos, una vez que estos perros acaban en la jaula de una perrera o protectora, su estancia en la misma se eterniza. Esto en el mejor de los casos porque si hablamos de algún centro en el que se sacrifica son los primeros candidatos a ello en cuanto pasan los pocos días que se obliga a tenerlos en la jaula por ley. Cuando tienen la suerte de caer en u centro que no sacrifica, son perros que se quedan “atascados” a menudo, no es fácil encontrar adoptantes. Si ya de por sí hay tantos perros abandonados que cuesta encontrar buenos adoptantes para todos, imaginaos si se trata de un PPP, que supone un gasto extra por todas las medidas que hay que llevar a cabo para tenerlo, la presión social que comentaba más arriba, etc. Además, por desgracia, es un perro que por la mala imagen que tiene en general atrae a un perfil de adoptante nada recomendable que lo que quiere de él es criar o usarlo para peleas.
Estos perros no son peligrosos, los peligrosos son los dueños que suelen adquirirlos. En muchos países, de hecho, son perros usados para rescate por tener unas condiciones físicas que hacen que puedan ayudar en ciertos rescates en los que no puede colaborar ninguna otra raza.
FUENTE DIARIO VASCO
No hay comentarios:
Publicar un comentario